René Quinton, conocido como el precursor de la Terapia Marina y los beneficios del agua de mar, nació el 15 de diciembre de 1866 en Chaumes-en-Brie, Francia. Fue un humanista que abarcó diversos campos del conocimiento, como la geología, la paleontología, la filosofía y la aviación, pero sus principales áreas de investigación fueron la biología y la fisiología. En 1897, sus ideas sobre el origen marino de la vida atrajeron la atención de Etienne Jules Marey, profesor de Historia Natural del “Collège de France”, quien lo convirtió en su asesor personal y le proporcionó un laboratorio para llevar a cabo sus experimentos. René Quinton dedicó su vida a la investigación y aplicación de su Ley de la constancia marina y falleció en París a los 58 años.

Principales aportaciones de René Quinton

Quinton demostró la importancia de un equilibrio perfecto entre los líquidos intra y extracelulares, así como la capacidad del plasma sanguíneo para realizar los cambios osmóticos necesarios para la vida y mantener sus características. También evidenció que era posible utilizar agua de mar isotónica en lugar de plasma sanguíneo. Este descubrimiento popularizó el término “Plasma de Quinton” para referirse a este plasma marino. Su teoría se puso en práctica en los Dispensarios Marinos que se abrieron en toda Francia, salvando miles de vidas de niños mediante el uso del plasma marino. Quinton nunca consideró este plasma como un medicamento, sino como un medio natural perfectamente adaptado a las necesidades de la célula viva.

De la teoría de René Quinton a la evidencia científica

En 1897, René Quinton formuló un principio revolucionario que desafiaba los paradigmas científicos de su época. Descubrió que la vida animal, originada en los océanos, a pesar de las variaciones a lo largo del tiempo, tiende a mantener las condiciones de sus orígenes. En lugar de ser pasivamente influenciada por el entorno, la vida resiste a esas modificaciones. El ser vivo sigue siendo un auténtico acuario marino, donde las células continúan viviendo en las mismas condiciones acuáticas que la célula primitiva. La enfermedad aparece como una alteración de ese medio esencial.

Esta formulación llevó a René Quinton a basar su teoría científica en una premisa universal: el agua de mar, rebajada a la isotonía, posee una composición química similar a la del plasma sanguíneo. A partir de esta idea, Quinton desarrolló su terapia básica: reconstruir la célula dañada mediante el uso del agua de mar. En 1904, Quinton publicó “L’Eau de Mer, milieu organique”, donde consolidó sus teorías y recopiló diversas evidencias científicas sobre las virtudes terapéuticas del agua de mar.

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