Entrevista a Griselda Donatucci | Por Sebastián Sarubi

Griselda Donatucci - Comunidad de promotores de agua de Mar
Un poco de historia

Se sabe que civilizaciones antiguas utilizaban el agua de mar para distintos fines, incluyendo su uso para curarse tanto interna como externamente, condimentar alimentos y tratar enfermedades. Los egipcios y los griegos eran conscientes de las propiedades curativas del mar, especialmente para enfermedades respiratorias. Incluso médicos famosos de la Antigüedad como Hipócrates y Avicena explicaron los beneficios del mar para la salud humana.

René Quinton

En el siglo XX, el biólogo y fisiólogo francés René Quinton revolucionó los paradigmas científicos al exponer su teoría basada en la reconstrucción de células dañadas mediante el agua de mar. Descubrió que el agua de mar tiene una composición química similar al plasma sanguíneo y la utilizó en perros enfermos a los que previamente se les había extraído la sangre infectada, obteniendo sorprendentes resultados de curación. Quinton identificó la presencia de hasta 38 minerales en el agua de mar (hoy se habla de 95) que también se encuentran en el cuerpo humano. Sus estudios y conclusiones se recopilaron en su libro “Eau de mer, milieu organique” (Agua de mar, un medio orgánico), publicado en 1904. En esa época, su teoría se puso en práctica en dispensarios marinos abiertos en Francia, donde se atendió a decenas de miles de personas, especialmente niños con diversas dolencias y enfermedades. En la actualidad, los laboratorios Quinton continúan su legado, realizando investigaciones, promoviendo y fabricando productos relacionados con las terapias marinas (www.quinton.es).

Cada vez más médicos y terapeutas de diversas disciplinas utilizan el agua de mar en sus tratamientos y exploran sus propiedades, pero este campo de conocimiento genera controversia en ciertos círculos médicos.

En argentina

En nuestro país, la terapeuta holística Griselda Donatucci es una reconocida experta en el tema. Es investigadora, divulgadora y está comprometida profundamente con este tema. Cuenta con miles de seguidores en redes sociales y ha viajado por el mundo en busca de testimonios e entrevistas con referentes en este campo.

Con gran generosidad, Griselda nos concedió una entrevista para adentrarnos en un fascinante mundo que nos presenta el agua de mar.

En estos tiempos particulares que vivimos, mucha gente ha comenzado a pensar en formas alternativas de entender la salud, buscando caminos de autodeterminación y enfoques más personales, alejados de la dependencia excesiva de la industria farmacéutica…

Esa es una buena manera de iniciar nuestra conversación. Te refieres a una de las causas fundamentales por las cuales comencé con esta utopía de difundir el agua de mar, buscando personas en todo el mundo que la utilicen, creando una red global para conectarnos, apoyarnos y aprender más sobre este tema. Especialmente considerando que nuestro planeta, paradójicamente llamado Tierra, está compuesto en su mayoría por agua.

¿Cómo ha sido tu camino hasta descubrir el agua de mar? Sabemos que eres terapeuta holística…

En 1984, empecé mi trayectoria como profesora de gimnasia, yoga y relajación, enfocándome inicialmente en el aspecto corporal. Con el tiempo, fui capacitándome en otras terapias que surgían, continuamente buscando aprender y enseñar. Fue recién en 2009 que llegó a mí este conocimiento sobre el agua de mar. A partir de 2011, comencé a utilizarla para beber, cocinar y en diversas aplicaciones externas, y hasta el día de hoy, en 2022, forma parte de mis hábitos saludables. Decidí dedicar mi tiempo a difundir esta información porque sentí que merecíamos conocerla.

Imparto charlas y talleres donde explico cómo preparar comidas y bebidas con agua de mar. También grabo testimonios de personas que se han curado de diversas enfermedades y entrevisto a profesionales, terapeutas y médicos que tienen experiencia con el agua de mar. Mi sueño es vivir cerca del mar, ya que sé que es aún más sanador, como lo indican los estudios sobre las “ciudades azules”, que se destacan por la longevidad de sus habitantes.

Al igual que muchas cosas que se han adulterado para los seres humanos en este planeta, la vida cerca del mar ha sido desvirtuada y se vende con conceptos como sexo, drogas y comida. Es muy curioso, porque si investigamos en la antigüedad, la talasoterapia (terapia con el mar) era recomendada por los médicos. Por eso se establecieron balnearios, que en su momento tenían una gran importancia en la medicina. A día de hoy, todavía se encuentra bibliografía sobre la talasoterapia y existen centros que ofrecen estos servicios en muchos países.

Estamos inmersos en un tipo de capitalismo tan crudo que resulta difícil de definir. A veces utilizo la expresión “es como una picadora de carne, donde todo lo que tiene valor se convierte en mercancía”, incluso la salud, ¿no es así? Parece que para escapar de esta lógica, es necesario romper con ciertos paradigmas. Aquí en esta zona, por ejemplo, conozco grupos que organizan de manera cooperativa el proceso de recolectar agua de mar, traerla y distribuirla. Es un proceso complejo en el que cada persona contribuye con su parte y nadie obtiene beneficios económicos de ello.

¡Es un gran logro por parte de esos grupos! La conciencia de los seres humanos, unidos en pos del bien común, es maravillosa. La gestión conjunta para llevar el agua de mar al interior es un modelo digno de difundir, para que otras ciudades y provincias puedan imitarlo.

Se me ocurre pensar, tal vez a un nivel intuitivo, en alguna conexión más profunda, incluso metafísica, de este recurso con la condición humana, de alguna manera sobrenatural.

Sin duda. El planeta está compuesto en un 75% de agua, y la mayor parte de ella es salada. Nosotros, que tenemos una apariencia física, también tenemos un porcentaje similar de agua salada en nuestro interior, como un fractal, un reflejo, tanto del planeta como de nuestros cuerpos. ¿Alguna vez lo has pensado? Esto es científico. Repetimos frases como “debemos cuidar el planeta” y “el agua del mar está contaminada”. Pero también nuestra agua interna está contaminada, por eso nos enfermamos tanto. Somos como peceras ambulantes. Aquellos que han tenido peces saben que si el agua de la pecera no está en buenas condiciones, el pez muere.

¿Podríamos decir entonces que el agua del mar es “menos buena” debido a su nivel de contaminación?

Esta problemática de la contaminación de los recursos, que observamos en diferentes niveles y de diversas maneras, debe ser analizada. El Dr. Ángel Gracia, uno de los referentes en este tema y que hoy cuenta con 91 años, afirma que el mar se “autolimpia”. Dice que “con todos estos años de contaminación y todo lo que se arroja al mar, este sería un vertedero”. Y es cierto, en teoría no deberíamos poder ir al mar, las autoridades no lo permitirían. Alguien podría argumentar que “no es lo mismo consumir el agua que bañarse en ella”, sin embargo, la piel tiene múltiples formas de absorber el agua a través de sus poros, y mucha gente pasa horas y horas en el mar…

Beneficios

En cuanto a los “beneficios” del agua de mar, si el océano se autodepurara, ¿nuestro cuerpo también lo hace al consumir Agua de Mar Destilada (ADM)?

Cuando el agua de mar ingresa a nuestro “mar interior” y reemplaza nuestras aguas, nos limpia, hidrata, alcaliniza, nutre, mineraliza y aporta electrolitos y energía. Personalmente, recomendaría hacerlo gradualmente. Por ejemplo, añadir solo un dedo de agua de mar en un vaso de agua potable. Si tomas 8 vasos al día, en cada uno añadir solo un dedo de agua de mar, no más. Observar cómo reacciona cada persona y, poco a poco, reemplazar la sal de cocina por agua de mar. Así, uno va adentrándose en el conocimiento. Esta es la clave, por eso tu labor es de vital importancia. Es fundamental educar, no solo instar a consumir agua de mar, sino aprender, comprender por qué y para qué lo estamos haciendo.

Tiene que ver con lo que mencionábamos acerca de cambiar nuestra perspectiva, tener una concepción distinta de lo que nos han inculcado desde nuestra infancia, en la que uno se ve como un mero receptor de información, por ejemplo, ante la figura del médico. Se trata de pensar en la idea de que cada uno puede tomar conciencia, decidir, buscar y comprender.

Exactamente, es un camino de autoconciencia y responsabilidad personal. Se trata de encontrar todo aquello que nos ayuda a vivir mejor y en coherencia con nuestra verdadera naturaleza. “Soy responsable de mi propia salud”. Cada búsqueda relacionada con nuestra salud debe estar basada en esta premisa.

Las generalizaciones generalmente no son útiles, pero me gustaría preguntarte sobre tu experiencia con el ámbito médico, ¿qué opinan ellos al respecto, cómo ven todo esto?

Entrevisto a médicos que utilizan el agua de mar porque sus palabras son muy motivadoras para las personas y les brindan más confianza para adentrarse en el conocimiento de los beneficios del agua de mar. Necesitamos la perspectiva de los médicos, especialmente aquellos que tienen un enfoque holístico. En 2016, un grupo de nosotros visitó el Ministerio de Salud, y después de ser atendidos, el médico nos recomendó que, para considerar el agua de mar como un recurso nutricional, debíamos establecer una ONG y presentar investigaciones científicas, testimonios y análisis comprobados. Así que ahí quedó la experiencia.

Somos muchos en el mundo trabajando para difundir los beneficios del agua de mar desde donde podemos, con los recursos que tenemos. En mi caso, grabo testimonios y entrevistas a personas que utilizan el agua de mar y reportan bienestar. Desde 2014 hasta 2022, he publicado más de 600 videos y podcasts que han sido vistos por miles de personas en busca de información para mejorar su salud integral.

En cuanto a la composición del agua de mar, contiene minerales y organismos vivos… ¿Y esa “agua viva” tiene un mayor potencial para la salud?

Sopa marina

Ese agua viva, como lo denomina el Dr. Ángel Gracia, es lo que él llama la “sopa marina”, debido a todos los componentes que contiene: minerales, oligoelementos y nutrientes. Para profundizar en estos temas, hay destacados referentes como René Quinton, Ángel Gracia y Wilmer Soler. Además, existen laboratorios médicos, como Quinton, que trabajan con el agua de mar a nivel médico.

Lo que nos queda de todo esto es ir creciendo en esta lógica de que cada uno pueda hacerse cargo de su propia salud. Y la esperanza es fundamental, creer que todo esto es posible. Lo digo con frecuencia, en estos tiempos, si hay una lucha, es contra uno mismo, para romper esquemas y animarnos a explorar otras opciones… En momentos como estos, recuperamos esa memoria…

Esa es la clave. Aunque sea en conversaciones como esta, si logramos encender esa chispa que nos hace recordar algo de todo esto, es muy valioso. Por eso, agradezco esta charla, este encuentro. Y espero que podamos seguir investigando y fortaleciéndonos a nosotros mismos. Merecemos vivir en armonía y bienestar.|

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